La semilla que preparará Monsanto en Malvinas, está prohibida en Europa. ¿Cómo frenar a Monsanto?
En la planta de maíz transgénico en Malvinas Argentinas, Monsanto va a preparar semillas para aprovisionar los campos argentinos donde se cultiva maíz. Cada bolsa que saldrá de la fábrica, con 80.000 semillas, está destinada a sembrar una hectárea de terreno, alcanzaran para 3,4 millones de hectáreas, el 100 por ciento de la superficie cultivada actualmente con maíz. En la Argentina existen 42 plantas procesadoras de semillas repartidas en la región pampeana y en el noroeste argentino, de las cuales 12 instalaciones cuentan con características similares –aunque un volumen productivo menor– a la que Monsanto comenzó a levantar en Malvinas Argentinas.
El proceso de preparación de las semillas de maíz tiene varias etapas; la más importante es la que llaman “curado” del grano, aunque las semillas no están enfermas ni les pasa nada, consiste en impregnar las semillas de agrotóxicos muy persistentes (venenos de moléculas que no se degradan ni modifican) y peligrosos (clase toxicológica II) y luego, pintarlas de colores fluorescentes, a efectos de que nadie accidentalmente las ingiera por error, supuesto en que produciría resultados irremediablemente letales.
Los venenos que utilizan en esta etapa son insecticidas y fungicidas, el principal es clotianidina (Ponchoo fabricado por Bayer en Alemania), el volumen será de 1.750.000 litros /año, de clotianidina serian 875 mil litros. Este es un insecticida que recientemente se prohibió en todos los países miembros de la Unión Europea. Pero además se prohibieron las semillas tratadas con clotianidina y otros agrotóxicos similares.
Es decir: en Europa, la semilla que preparará Monsanto en Malvinas no se puede sembrar porque es una grave amenaza para el ambiente. En Argentina, parece que sí se puede.
La clotianidina es un insecticida muy potente, 6750 veces más tóxico que el DDT que es absorbidos por la planta. Si se aplican a la semilla, como lo hace Monsanto, cuando aquella germina y crece la plántula, el veneno asciende por su savia, al florecer se concentra en el polen y néctar de manera que los insectos atraídos por sus flores se envenenarán por contacto…
En la Argentina existen 42 plantas procesadoras de semillas repartidas en la región pampeana y en el noroeste argentino, de las cuales 12 instalaciones cuentan con características similares –aunque un volumen productivo menor– a la que Monsanto comenzó a levantar en Malvinas Argentinas.
El destino de los residuos, uno de los puntos considerados críticos del sistema de producción de semillas demaíz híbrido, es motivo de análisis del único relevamiento existente sobre estas plantas. A 2008, las cuatro más grandes se ubicaban en Venado Tuerto y Rojas (provincia de Buenos Aires), donde opera Monsanto.
Extreído de EcoPortal.net, Rebelión, www.rebelion.org
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