El diario británico The Guardian publicó este pasado 31 de marzo de 2013 un artículo en el que aparecen las declaraciones de varios científicos admintiendo que estas fumigaciones químicas tienen contraindicaciones climáticas.
¿Cómo pretenden solucionarlo? Creando un sistema de governanza mundial que los controle.
The Guardian dice:
"Polémicos proyectos de geoingeniería que se pueden utilizan para enfriar el planeta deberían ser aprobados por los gobiernos del mundo para reducir el peligro de accidentes catastróficos, según los científicos británicos.
Los investigadores de Met Office han pedido una supervisión global de los sistemas de geoingenieria después que los estudios demostraron que podían tener un impacto enorme e involuntario de algunas de las personas más vulnerables del mundo.
Los peligros que surgieron en los proyectos que enfría el planeta de manera desigual. En algunos casos, causaron sequías desvastadoras en África y en otros se incrementaron las lluvias en la región, pero dejaron enormes áreas de Brasil secas.
"La complejidad masivas asociados con la geoingeniería, y el potencial de ganadores y perdedores, significa que alguna forma de gobernanza global es esencial", dijo Jim Haywood en Hadley Centre del Met Office en Exeter.
La advertencia se basa en el trabajo de los científicos e ingenieros para acordar un marco regulatorio que prohibiría a gran escala proyectos de geoingeniería, al menos temporalmente, pero permitirian que los pequeños proyectos de investigación sigan adelante.
La geoingeniería viene en muchos sabores, pero entre los más usados son "el manejo de la radiación solar" (SRM), es el trabajo de rociar grandes cantidades de particulas reflectantes del sol sobre la atmósfera para simular los efectos de enfriamiento de las erupciones volcánicas.
Los volcanes pueden arrojar millones de toneladas de partículas de sulfato en la estratosfera, donde permanecen en el aire durante años y enfrían el planeta al reflejar parte de la energía solar de vuelta al espacio.
En 2009, un informe de la Royal Society advirtió que la geoingeniería no es una alternativa para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero reconoció que la tecnología puede ser necesaria en caso de una emergencia climática climática.
Escribiendo en la revista Nature el Cambio Climático, Haywood y otros muestran que se si continúan son el rociamiento de partículas de sulfato sobre la atmósfera podría ir espectacularmente mal. Comenzaron observando los impactos inesperados de las erupciones volcánicas.
En 1912 y 1982, las erupciones primero en Katmai en Alaska y luego en El Chichón en México criticó millones de toneladas de sulfato en los cielos del norte. Estas erupciones precedieron grandes sequías en la región africana del Sahel. Cuando los científicos recrearon las erupciones en los modelos climáticos, las precipitaciones en el Sahel casi se detuvieron cuando la humedad que transportaba através de corrientes de aire pero estas fueron llevadas hacia el sur.
Después de haber establecido un vínculo entre las erupciones volcánicas en el hemisferio norte y las sequías en África, los científicos volvieron a sus modelos climáticos para simular proyectos SRM.
Los científicos tomaron un proyecto típico que aportaría 5 millones de toneladas de sulfato en la estratosfera todos los años desde 2020 hasta 2070. Esa cantidad de sulfato inyectados en el hemisferio norte causó graves sequías en Níger, Malí, Burkina Faso, Senegal, Chad y Sudán, y una pérdida casi total de la vegetación.
El mismo proyecto tuvo consecuencias radicalmente diferentes si se ejecuta desde el hemisferio sur. En lugar de secar el Sahel, el enfriamiento del hemisferio sur trajo lluvias a la región del Sahel y volvio a reverdecer la región. Pero beneficio de África llegaron a costa de recortar las precipitaciones en el noreste de Brasil.
Las consecuencias no deseadas de los proyectos SRM probablemente se sentiran a largo plazo. "Sólo hemos arañado la superficie en busca del Sahel. Si las frecuencias de huracanes cambian, estas podrían tener un impacto en los EE.UU.", dijo Haywood.
Matthew Watson, quien lidera este proyecto en la Universidad de Bristol, dijo que el estudio reveló las "consecuencias dramáticas" que la geoingeniería no ha informado.
"Este estudio nos dice que habrá consecuencias por nuestras acciones. Nada nos librará de estas consecuencias", dijo a The Guardian.
"Todo lo que hacemos es un compromiso, y ese compromiso significa que habrá ganadores y perdedores que abre grandes interrogantes éticos: Quién decide sobre los concecuencias que habra sobre los habitantes de todo el mundo?
"¿Cómo se llega a un consenso con siete mil millones de personas? Si hubo una decisión de hacer geoingeniería para el dia de mañana, solo seria una decision se ha tomado desde occidente", dijo Watson.
Extraído de http://www.guardian.co.uk/environment/2013/mar/31/earth-cooling-schemes-global-signoff
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